jueves, 10 de diciembre de 2009

MOVIMIENTO CONGELADO

El movimiento congelado se obtiene, evidentemente, con altas velocidades de obturación. Esta técnica es tan sencilla como apuntar y disparar, pero lo que sí requiere es un poco de ojo fotográfico para saber emplearla. De poco nos servirá usar 1/4000 segundos para fotografiar la torre de Pisa porque -así lo esperamos- no tiene por que moverse mientras tomamos la imagen. Esta modalidad de disparo la reservaremos para capturar momentos especiales, que pasan desapercibidos al ojo humano por su extrema velocidad, como puede ser un pájaro que vuela o un globo que explota.

Si usásemos una velocidad inadecuadamente baja, sólo obtendríamos un borrón más o menos acusado y carente de detalle. Es importante asegurarnos una buena iluminación, ya que al forzar la velocidad de la cámara necesitaremos diafragmas muy abiertos. Ello puede derivar en dos problemas: que nuestro diafragma más abierto sea aún demasiado cerrado (y sacaremos una imagen oscura), o que al contar con poca profundidad de campo -debido al diafragma- para fotografiar un objeto que se mueve velozmente obtengamos una toma desenfocada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario